domingo, 14 de abril de 2013

¡¡ DERECHO AL PATALEO !!

Todos tenemos derecho a protestar, a quejarnos, a enfadarnos, a reivindicar, a llorar, a gritar si hace falta ... En definitiva, todos tenemos derecho al pataleo ... Que luego tengamos o no tengamos razón, es otra cosa, que luego tengamos o no motivos, es otra cosa. Que luego sepamos disculparnos si nos hemos pasado, es otra cosa. Pero desde luego nadie puede quitarnos ese derecho al desahogo.

Para mí, es una evidencia que, cuando uno está en pleno furor, con la vena fuera y los ojos echando fuego, es muy muy fácil perder los papeles. Nos cegamos, nos obcecamos y no atendemos generalmente a razones, pero nos quedamos más anchos que largos una vez hemos escupido todo el veneno que teníamos acumulado. ' Si me muerdo la lengua, me enveneno ', pues no, antes de caer yo arraso con lo que pienso y sálvese quién pueda.

Unas veces nos arrepentimos de ello, otras no. Porque uno tenga o crea tener razón no está todo justificado ni mucho menos. Pienso que hay límites en todo, incluso cuando estamos en plena crisis de pataleta de patio de colegio. Llegar a las manos por defender nuestras creencias no tiene ninguna justificación. Los insultos tampoco deberían ser excusables, pero a quién más o a quién menos en ciertos momentos se nos escapa alguno. A mí, la primera.

Lo ideal sería no perder nunca el norte, pero uffff, ¿ quién es capaz de mantener la cordura en un momento de ira, de rabia o de impotencia  ?

Yo soy de las que me enciendo con una facilidad que bate récords, y cuánto más mayor me voy haciendo, menos me callo. Antes todo me daba más igual, Ahora no. Si me tengo que enfadar me enfado y voy a piñón hasta las últimas consecuencias. Quien me conoce sabe que soy como un ' tsunami ' que explota, pero que en un abrir y cerrar de ojos se calma. No soy rencorosa. Sé pedir perdón. Pero soy de las que ejerzo cuando lo creo conveniente mi derecho al pataleo. Porque creo que ya se pasó la época de los mundos de Yupi y del happy happy qué bonito es todo.

Más vale decir lo que se piensa a tiempo que despotricar por detrás y que te salga una úlcera de la mala leche acumulada por no expresarlo. Generalmente es el miedo a que se enfaden con nosotros por lo que muchas veces nos callamos, pero yo estoy aprendiendo que eso, a la larga, no hace bien a nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.